Objeto Encontrado, Mayo 2015 Primera historia Érase una vez un tobogán amarillo que vivía en una casa de un pueblo mágico. De tamaño mediano, tenía una escalera por la cuál los niños subían y así lograban deslizarse para jugar y convivir. Con el paso del tiempo el material de la escalera comenzó a desgastarse y los dueños del tobogán decidieron quitarla para evitar algún accidente. Segunda historia Un día una chica y yo salimos a andar. Llegamos a un pequeño parque de juegos y columpios. Pasamos 45 minutos de la primavera entre rechino y metal viejo. Hoy he vuelto a ese lugar y encontré un tobogán sin escalera. No puedo subirme a ese tobogán, sólo puedo mirarlo y seguir caminando. Tercera historia Érase una vez una escultura perfecta.